martes, 22 de diciembre de 2015

... y microrrelatos navideños. ¡Feliz navidad!



La Navidad ha servido de marco e inspiración para grandes historias, pero también para pequeñas. Incluso, para las más pequeñas: los microrrelatos, que en unas líneas son capaces de condensar toda el alma de una historia conmovedora, sorprendente, terrorífica, impactante, emotiva, hilarante o absurda. Aquí os dejo unos cuantos, por si os apetece leer algo entre turrón y turrón.

¡Felices fiestas a todos!

Y para empezar, mi preferido, del escritor urugayo Eduardo Galeano que este mismo año que se nos acaba nos dejó. Yo casi me lo sé ya de memoria, y aún así,  no puedo leerlo sin emocionarme


"Nochebuena"
 por EDUARDO GALEANO


Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:

-Decile a... -susurró el niño- Decile a alguien, que yo estoy aquí.


viernes, 18 de diciembre de 2015

Historias navideñas...



La Navidad ha servido de inspiración y marco para muuuchas historias, algunas mejores, otras peores, algunas más tópicas, otras más originales, algunas conmovedoras, otras divertidas... 

De entre todas ellas una de las  más famosa (quizás la más famosa), y constantemente adaptada al cine y la televisión es el Cuento de navidad del gran escritor inglés del siglo XIX Charles Dickens, en el que los espíritus de las navidades pasadas, presentes y futuras se le van apareciendo al huraño y egoísta señor Scrooge, que lleva una vida solitaria, preocupado solo por los negocios y el trabajo. Esos espíritus le demostrarán la verdadera importancia de las relaciones humanas y los sentimientos, y lograrán cambiar su actitud. Como digo, ha sido infinitamente adaptado a cine, televisión, dibujos animados... Hasta los teleñecos hicieron una versión divertidísima, y hace unos años Disney realizó una estupenda versión en 3D. Aquí tenéis el tráiler:




miércoles, 16 de diciembre de 2015

Pequeño pero gran club de lectura... en marcha

Pues queda definitivamente inaugurado nuestro Club de Lectura Juvenil (para el que aún no tenemos nombre... glubs..) con la celebración de la primera reunión, en la que -a pesar de que El síndrome Mozart se le hizo algo pesado y lento a nuestras lectoras- hablamos de muchas cosas a partir de este libro: de la inseguridad, de lo difícil de atreverse a ser distinto, de las relaciones con los padres, de la genialidad, de las propias preferencias... y de música. Incluso se nos hizo corta la velada... Así que por supuesto, vamos a repetir.

Y para la próxima, las lectoras, tras echar un vistazo a las estanterías de nuestra biblioteca, se han decidido por el que ya es todo un clásico porque así lo han querido miles de lectores que son auténticos "fans" de este libro: "La sombra del viento", de Carlos Ruiz Zafón, que comentaremos en el segundo recreo del martes 9 de Febrero. Así que tenemos tiempo de disfrutarlo con calma y sin agobios.

Por supuesto, si te animas a probar, nuestro Club   de Lectura está esperándote. Pásate en cualquier segundo recreo por la Biblioteca, y te informamos sin compromiso, como todas las grandes ofertas.


domingo, 13 de diciembre de 2015

Más sobre "El síndrome Mozart"


Tomi es pobre, y muchos dirán que es retrasado. Yo no, ya no. Es inocente, es limpio de cuerpo y alma,y ve el mundo de manera distinta, desde el mismo corazón de la música, donde no hay antes ni hay después, donde no hay tú y yo, sino nosotros, todos.

La música es algo más: la música es la explicación 
de lo que no necesita explicación.

Era un hueco que había en mi corazón, en mi mente: leía las partituras con corrección, pero lo hacía porque trabajaba, porque me esforzaba, porque ensayaba hasta el agotamiento, y porque tenía una buena técnica; pero la genialidad, lo intuía, era algo más: la música manando del alma, sin técnica, sin esfuerzo, un manantial.

Podía más en mí el qué dirán que el rumbo de mi corazón.
 Así de cobarde era.

Pobres los que no saben mirar con su corazón,
 los cobardes que miran con los ojos de los demás.

Las cosas más sencillas son siempre las más difíciles de encontrar.

Gonzalo Moure: "El síndrome Mozart"

"En todas partes estaré a tu lado. Yo misma te guiaré, el amor me conducirá. Él sembrará de rosas el camino, pues rosas y espinas van unidas. Y si tú tocas la flauta mágica, ella nos protegerá en el camino"
Wolfgang Amadeus Mozart: "La flauta mágica"

viernes, 11 de diciembre de 2015

"El síndrome Mozart": Banda sonora



El lunes 14 de diciembre en el segundo recreo nos reuniremos para charlar sobre "El síndrome Mozart", la novela de Gonzalo Moure en la que, como anuncia su título, la música cumple un papel importantísimo, porque la música une a sus dos protagonistas, que la viven de maneras muy distintas: Irene, como una exigencia por parte de sus padres, cuyas expectativas ella siente que no cumple, y Tomi, como aquello para lo que tiene un don especial y extraordinario, y que además le permite comunicarse de una manera intensa y peculiar.

Pero además constantemente se alude a piezas musiccales, canciones, músicos, grupos y cantantes, que podríamos clasificar en dos grandes grupos: aquellos que Irene escucha a escondidas y que le unen, por ejemplo, a su amiga Tesa (todos pertenecientes a la música pop contemporánea, pero de la época en que se escribió la novela, hace más de diez años, e incluso anteriores), y aquellos que forman parte de lo que sus padres han elegido para ella, y que le unen a Tomi (piezas de música clásica).

Para que conozcáis algunos de ellos, aquí los tenéis.