El último libro cuya lectura hemos compartido en nuestro Diván de las Palabras ha sido ¡Vivir!, del escritor chino Yu Hua, todo un clásico de la literatura china contemporánea (que para muchos de nosotros es una gran desconocida).
Tuvimos la suerte de contar en la tertulia (aparte de té, para "ambientarnos" en la cultura oriental) con Alberto Martínez, que fue profesor de Historia en nuestro Instituto y ayer nos contó bastantes cosas del fondo histórico en que se enmarcan los sucesos de la novela, desde el Imperio hasta la Revolución Cultural de Mao, pasando por la guerra con Japón.
En general, sin provocar un entusiasmo extremo y con alguna excepción, la novela gustó, aunque coincidimos en señalar la distancia con que leímos su primera mitad, en la que el personaje protagonista (joven adinerado que maltrata y humilla hasta el extremo a su joven esposa) resulta hasta repulsivo y, por tanto, difícilmente se puede empatizar con él. También coindicimos, en general, en el impacto que nos causó la segunda parte, cuando el protagonista, ya empobrecido, aparece dedicado a su familia y a sortear la miseria y el hambre con su trabajo, en unos pasajes llenos de acontecimientos terribles, casi desoladores, narrados de una forma tan sencilla, ágil y directa que resulta aún más desnuda esa crudeza. Apenas hay introspección o reflejo de los pensamientos y emociones de los personajes, que, como en la vida, conocemos y deducimos por sus gestos y sus reacciones.